No fue un clásico más, fue el que mejor sabor tuvo porque Progreso logró su primer objetivo que era estar en la Copa de OFI del 2011 y ganar la tabla anual; todo eso frente a su tradicional rival.
Se disputaron cuatro clásicos: dos ganados, uno empatado y uno perdido, un saldo de 7 puntos sobre 12. Fueron 5 goles a favor, 3 en contra, una diferencia de +2.
Este domingo la Estación Atlántida vivió su fiesta con un marco de 1500 personas que vibraron hasta el último minuto la segunda semifinal clásica.
El que tenía el compromiso de salir a buscar la victoria era el Juniors, ya que con un empate Progreso pasaba a la final del torneo y también ganaba la tabla anual (que le permite tener un encuentro extra si no logra ganar el ida y vuelta de la final).
El Juniors propuso los primeros minutos, pero de a poco se fue diluyendo el ímpetu inicial, con un Progreso que se agrupó muy bien y trataba de buscar por las bandas llegar al arco del Juniors.
Laykó no tuvo mayores contratiempos, ya que el Juniors abusó de las pelotas aéreas y fueron dominadas sin problemas por el arquero. El Juniors tuvo solamente una chance de gol en los primeros 45 minutos, que quedó en las manos de Laykó. Por su parte Progreso tuvo varios tiros al arco, que fueron resulto por el arquero del Juniors. A los 25 minutos Baz es expulsado por doble amarilla y eso podía presuponer una arremetida del Juniors sobre el arco aurinegro. Pero fue todo lo contrario, el hombre de menos que tenía Progreso no se notó en el resto del encuentro, el equipo supo armarse tácticamente de tal forma que el Juniors no encontraba los espacios. El gol de Progreso, que a la postre fue el del triunfo, lo marcó cuando no Saucedo. Jugada muy bien armada desde el medio campo y pase de Maxi Bernadet para dejar a Saucedo mano a mano con el golero, y con la tranquilidad y tino de goleador la colocó contra un palo. El gol trajo tranquilidad a Progreso y al Juniors tener que hacer dos goles para forzar la definición por penales. Lo del Juniors era a impulsos individuales, con un Huertas que de a poco se iba apagando. A poco de terminar el primer tiempo Matías Artigas (uno de los delanteros que más quería en el auriverde, pero terminaba chocando con la buena defensa de Progreso) choca con Joel Andrada y este sufre un duro golpe que lo hace abandonar el campo de juego. En el entretiempo Progreso reordena sus líneas y sale a jugar el segundo tiempo sin cambios. Schiavo y su cuerpo técnico realizan la primera variante a los 10’ del 2T, sale Maxi Bernadet (que tuvo el desgaste de atacar y ayudar el medio campo por la falta de Baz) e ingresa Tzitzios para tratar de darle más profundidad al ataque. La jugada más peligrosa para el arco de Progreso la protagonizó Sebastían Díaz, que tras un mal despeje casi convierte en su propia valla. El hombre de más del Junior no se notó, siempre se jugó en campo auriverde y éstos solamente dejaron un atacante. Progreso debió hacer dos variantes por lesión, Oxandabarat por Ferrares y Trías por Andrada; que cumplieron una muy buena tarea. Progreso tuvo dos chances para aumentar el tanteador, lo que hubiera dado aún más por terminado con las posibilidades auriverdes. Ya casi terminado el encuentro Sassia es expulsado en el Juniors. Terminado el encuentro se dio rienda suelta al festejo aurinegro, pero el plantel y cuerpo técnico ya está pensando en lo que serán las finales ante San Jacinto.
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